La voz de todo hombre, toda mujer
que ha encontrado el camino,
el camino que nos enlaza
nos engarza
y nos hace una familia
bajo el mismo sol
la misma luna
sobre la misma Tierra,
es verso de polvo luminoso
que nos muestra las laderas rocosas
las áridas planicies
para que no tropecemos
ni se quemen nuestros pies
ni nos hundamos
angustiados
en la noche oscura y filosa
del pantano que inhábiles bordeamos.
Esas voces son redes
que nos pescan en medio de tormentas
para llevarnos
seguros
a cubierta.
Y no son voces nuevas. No.
Son plegarias y cantos
son silenciosos versos
lluvia de estrellas
en una noche oscura
en una noche oscura
antorchas
fogatas
que nos esperan
para darnos la bienvenida
la buena nueva
de que al fin
hemos llegado a casa.
Un poema y una ilustración cargados de significado. Un abrazo afectuoso!
ResponderEliminarMe alegra mucho saberte echando un ojo a este sitio, querida Nedda. Besos.
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