Espacio de poesía y cuento (Obra en progreso)

jueves, 24 de noviembre de 2011

Vuelo

Hay amores
que se enredan en las manos
y se llevan a los labios
como hierba fresca
       recién cortada.

Amores que como el alba bajan
deslizando sus dedos
                  blanca luz
que permea cuanto toca.

Así mi corazón
se ilumina y florece
con su tacto.

Y así va en mí este amor
que ha nacido desde el tiempo sin tiempo
amor que ha ido de mano en mano
             de mirada en mirada
del olfato a la voz
            del gusto hasta la piel
espiral como el humo
            de la leña madura.

Amor inextinguible
hoguera de los tiempos
orientando el camino

Amor que se respira temprano;
que sube del diafragma a la garganta
acompasado ritmo
               en el aquí y ahora
y se asienta a sus anchas
                   en esta risa limpia
canto de ave de mil voces.

Amor
que ahora asciende en mí
y toca el cielo.

Crece este amor
como crecen en el nido
    los polluelos.

Amor que despliega
                       sus alas
y remonta su vuelo
           igual que el canto
  de nuevo inaugurado.

martes, 15 de noviembre de 2011

La oquedad en mi pecho

http://www.flickr.com/photos/ladyorlando/page4/

Se agitaron  las aguas rojas
de este revuelto corazón
y murieron los peces
que quisieron nadar
contra corriente.

Se despeñaron
por la oquedad
        círculo de fuego
de mi pecho
         sierpes saladas
quemantes, corrosivas
destrozando linderos
   arrasando mi rostro.

Hubo en mi corazón
siete lunas de octubre
marchitas ya,
                  deshojadas
¡Ay! Sin el aroma
de aquella flor
que quiso abrir su corola
y fue arrancada de raíz
por el viento inclemente
      del otoño pasado
entre octubre y noviembre.

Quise habitar mi sangre
y llenarlo de peces
de múltiples formas
             y elegantes colores
Mas es mi corazón
          arroyo de aguas dulces
y aquellos eran peces
majestuosos, es cierto
pero peces al fin
      del océano salado.

Y de nuevo
en este octubre
se nutre el corazón
y echa raíces
va asomando una flor
que se abre paso
                en este espacio
en su ritmo sin tiempo apresurado.

Vuelve mi sangre a ser
         un arroyo de aguas calmas
y linderos recién edificados;
nacen en sus lechos 
              nuevos peces
que habitan, alegres, 
                     en mis ojos
fidedigna certeza
             de mi sed apagada.