Espacio de poesía y cuento (Obra en progreso)

miércoles, 30 de diciembre de 2020

La pandemia

 Vivimos tiempos difíciles, dolorosos, y es en momentos como éste cuando reconocemos cómo estamos interconectados. Lo que sucede en Rusia, por ejemplo, afecta a México, y viceversa. Se extiende el sufrimiento y lo respiramos, por lo que es normal la tristeza, el desaliento.
Hemos, pues, de fortalecer la ecuanimidad -que no es indiferencia- para ser empáticxs y así ser de beneficio. "Si yo soy importante, ustedes lo son más importantes que yo, porque son muchos más", dice el Dalai Lama.
Así que, cuando sentimos que estamos a punto de tirar la toalla, requerimos aceptar lo que sentimos, verlo y dejarlo ser. Respirar profundo lentamente y exhalar de la misma manera, es de gran ayuda.
Mingyur Rimpoché nos da una fórmula simpática: Inhalar profundo, y exhalar haciendo un sonido similar al que hacemos cuando al fin podemos sentarnos a descansar. Lo repetimos tres veces y, si al final sonreímos, es de mayor ayuda.
Se nos están muriendo seres amados. Aunque el sufrimiento es inmenso, es importante pensar que en el momento de nuestra muerte seguro desearemos que nuestros seres amados sean felices el resto de sus vidas. Honremos a nuestros muertos buscando cómo ser felices, sin dañarnos ni dañar a nadie.
"¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón" Fito Páez. El dibujo es de Lady Orlando, la tercera de mis crías.