Espacio de poesía y cuento (Obra en progreso)

domingo, 6 de febrero de 2011

Soy todos


Soy todos. En mí se expresa cada uno de los seres que me rodean: la vendedora de tortillas de comal, el carnicero, el ladrón, la monja, un bodisattva, el filósofo, el tranza, el santo y el delincuente...
Aprendí de acuerdo a la sociedad donde he juntado los años: a amar, con deficiencia, pero a amar; a mentir, a soñar, a ser solidaria, a ser egoísta, a ser honesta.
Nada de lo que digo es nuevo; todo está dicho y todo está vivido. Pero mi expresión es viva, con el toque que cada individuo da a su propia expresión.
Amo abrir los ojos, cada domingo, cada día soleado, los días con lluvia, a las noches con luna llena, a las noches sin luna, a mi hijo, mis hijas, a mi madre; amo cerrar las ojos para emprender la jornada onírica... Amo la vida con tsunamis y días serenos.
Acierto y cometo errores; muchos. No soy independiente, como declaré en mi juventud. Dependo de quienes siembran y cosechan en el campo; de quienes fabrican la ropa, de quienes venden la comida y la preparan, de quienes han abierto caminos y construido ciudades, de zapateros, albañiles, carpinteros. Nada de lo que me rodea he construido yo, excepto el deseo de prepararme para una muerte digna, aunque sé que la muerte me espera a la vuelta de esta página, y nada sé de ella. Sé que duele cuando mueren a quienes amamos, a quienes nos rodean aunque no les conozcamos. Sé que me conmueve el dolor y me muevo entre mis propios celos, envidia, admiración, respeto, indiferencia, solidaridad. Cuando alguien muere -aunque no le conozca- muere algo de mí.
Estoy aprendiendo a amar día a día, momento a momento, y para mí, eso es suficiente. Aquí andaré, entre reflexiones, poesía y cuentos.