Poner el corazón en cada instante,
cada respiración, nos augura un año en donde el despliegue de la conciencia nos
permitirá disfrutar cada una de nuestra acciones.
Un día un ser humano despertó y
comenzó a enseñar a otr@s a caminar hacia la conquista de su propia mente. Dejó
de ser el jinete sobre el caballo desbocado, y cabalgó sobre él guiándole por
el camino que deseaba recorrer. Un camino donde la comprensión de que todo lo que desea cada persona, es ser feliz.
Y en aras de serlo, muchas veces caminamos en el sentido opuesto que, tarde o
temprano, nos traerá dolor y, con él, infelicidad.
Dice Tenzin Gyatso, el XIV Dalai Lama
“Si eres egoísta, sé inteligentemente egoísta: da mucho de ti, porque así
recibirás de muchos más”.
Que este año este pleno de paciencia
hacia ti, porque si comenzamos con la comprensión de que transformar hábitos no
es cosa que se logra de un día para otro, respiraremos mejor y alcanzaremos más
serenidad interna.
Que este año podamos vivirlo día a
día, momento a momento, instante a instante. Que lo llenemos de buenos deseos
hacia nosotr@s mismos y hacia quienes nos rodean.
Que la intención sea vivir con más
conciencia, sonreír más, dar más de nosotr@s a otr@s, ocuparnos de apoyar a
quienes estén cerca y, sobre todo, vivir con la certeza de que lo único que
podemos habitar es nuestra propia vida que, por cierto, dura muy poco. ¡Feliz
2013!
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