Para la Kukú, mi hermosa nieta.
De no ser una niña
quisiera ser un avede alas tornasoladas
y mil voces distintas.
Traería sobre mis alas
al sol redondoy en mis trinos arrullos
para niñas y niños.
También quisiera ser
un elegante gato que teja el mediodía
con dulces ronroneos.
O un tlacuache
para echarme al bolsilloel sol, la luna y las estrellas,
titilando en mis ojos.
O quizás ser un sol
celebración del díacon mil hilos dorados
¡Cien mil gotas de miel!
O ser la luna,
plateado espejo de
conejosque saltan de alegría
para mirarse en ella.
Podría ser, déjenme ver,
caracola marinaque encierre el canto
del mar y las sirenas.
Pudiera ser, también,
un perro que traiga en
sus aullidosel sonido de las noches cuajado
de astros y de estrellas.
Me gustaría ser
un grillo con su violín agudo
que despierte a la nochey guardarlo, temprano
en su estuche dorado.
O ser un gallo
que abra el díacon su canto de luz
despeñando sus gemas.
Mas, pensándolo bien
me gusta seresta niña que soy,
con nubes por cabellos
con estrellas por ojos
y palabras cascada,
danzando incansable
sobre cada arco iris.
Me gusta hablar con voz
de grillo
y estirarme cual gatocontar con estos brazos alas
y bajarte con gusto al mismísimo sol.
Me gusta ser, de cierto
esta niña traviesaque como tú,
traigo también conmigo
al océano en mi voz
y tener estos ojos que son,
al igual que los tuyos
dos espejos redondos
en donde se acicala
el universo entero.
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